Origen natural del radón. Cómo se forma y dónde se encuentra
El gas radón proviene de la desintegración natural del uranio, y se origina como producto del Radio (Ra), pasando a formar parte del subsuelo: las rocas y el agua.
¿Cómo entra el radón en las viviendas o edificios?
Desde el subsuelo, asciende al interior de los edificios a través de fisuras, tuberías de agua, ventanas y paredes. También podría estar presente en materiales de construcción.
Factores que afectan los niveles de radón en interiores.
Subsuelo. A mayor permeabilidad, mayor capacidad del suelo para liberar radón si el tipo de geología de la zona lo contiene. Los terrenos graníticos contienen mucho Uranio, y por lo tanto, radón.
Estacionalidad y Clima:
Los niveles de radón pueden variar con las estaciones y los niveles pueden ser más altos durante el invierno, cuando las casas están más cerrad as y son una fuente de calor. Los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) pueden crear una presión negativa que atrae el radón hacia el interior.
Las condiciones climáticas, como las tormentas y los cambios de temperatura, pueden afectar la presión del aire dentro y fuera de un edificio, lo que puede influir en los niveles de radón.
Dado que estos factores pueden variar significativamente, la única manera de determinar con precisión los niveles de radón en un espacio interior es a través de la medición de larga duración (2-3 meses). Para conocer tu nivel de radón, debes medirlo
siempre.
Zonas geográficas de alto riesgo.
El Consejo de Seguridad Nuclear establece zonas con más o menos probabilidad de encontrar niveles altos de gas radón. No obstante, se recomienda
realizar mediciones
en el propio edificio de interés, pues la variación de los niveles un edificio a otro puede ser significativa.
Tipos de construcciones más susceptibles.
Las zonas de los edificios que se encuentren soterradas, en contacto con el terreno natural o próximas a él (plantas bajas y primeras plantas).
¿Cómo y cuándo se debe medir el radón?
Se recomienda realizar medidas de larga duración (2-3 meses) mediante el uso de detectores pasivos.
El Real Decreto 1029/2022 establece un nivel de 300 Bq/m³ como referencia anual de radón en viviendas, edificios públicos y lugares de trabajo, obligando a medir y comparar los niveles con dicho nivel de referencia.
¿Qué se puede hacer si los niveles de radón son altos?
Dependiendo de los valores obtenidos y de cada caso en concreto, se pueden plantear medidas correctivas mediante alguna técnica de mitigación para reducir los niveles.
Servicios de medición. ¿Dónde obtener más información y ayuda?
El requisito esencial a la hora de realizar mediciones de concentración anual de gas radón, es que los análisis se realicen en
laboratorios acreditados de acuerdo a la norma ISO/IEC 17025 por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), o bien por otro organismo nacional de acreditación designado de acuerdo con la normativa europea.
Normativa de aplicación
El marco normativo actual en materia de gas radón se deriva de la transposición de la Directiva 2013/59/EURATOM del Consejo, de 5 de diciembre de 2013, por la que se establecen normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes, y se derogan las Directivas 89/618/Euratom, 90/641/Euratom, 96/29/Euratom, 97/43/Euratom y 2003/122/Euratom.
La Directiva 2013/59/EURATOM dió lugar a:
En el ámbito de la construcción (nueva construcción, reforma y rehabilitación), el Real Decreto 732/2019, de 20 de diciembre, por el que se modifica el Código Técnico de la Edificación, aprobado por el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, introduce una nueva exigencia básica de salubridad HS 6, de protección frente al gas radón, por la cual se obliga a que, en los edificios situados en los términos municipales en los que se ha apreciado un nivel de riesgo no despreciable, se dispongan los medios adecuados para limitar el riesgo previsible de exposición inadecuada en su interior, a radón procedente del terreno.
En el ámbito laboral, el Real Decreto 1029/2022, de 20 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes.
Dicho esto, el valor de referencia (no valor límite) para la concentración de gas radón se establece en 300 Bq/m3.
Por todo ello ACM-2020, adaptándose al marco normativo actual, dispone de la formación necesaria para aplicar las directrices fijadas en el DB HS6 del CTE así como en la Instrucción NOR/19-001 del CSN en sus mediciones en espacios interiores.