El amianto es un material cancerígeno que puede estar presente en los edificios anteriores a 2002, y pueden contener aún algún elemento si se construyeron entre 2002 y 2006. Detectar su presencia antes de comprar una propiedad es crucial para garantizar la seguridad de los ocupantes y evitar costosos problemas legales y de salud en el futuro.
Se recomienda comprobar la ausencia de materiales con amianto en el inmueble a adquirir.
El amianto es un residuo peligroso (Real Decreto 396/2006), y en España, el principio general es que los gastos asociados a la retirada de residuos peligrosos suelen ser responsabilidad del propietario del inmueble en el momento en que se generaron esos residuos. Sin embargo, en algunas situaciones específicas, como en el caso de la venta de un inmueble, existen disposiciones legales que pueden establecer la obligación del vendedor de hacerse cargo de ciertos costos, como los relacionados con la eliminación de residuos peligrosos.
La detección de amianto es fundamental para minimizar los riesgos y determinar el valor real del inmueble.
En este sentido, el concepto que se utiliza a menudo es el de "pasivo ambiental", que se refiere a las obligaciones derivadas de la contaminación o el daño ambiental que pueden recaer en el propietario actual o anterior de un terreno o inmueble. Este pasivo ambiental puede incluir la responsabilidad de hacerse cargo de la limpieza y eliminación de residuos peligrosos en el sitio.
Es recomendable que estas verificaciones las lleve a cabo un técnico Higienista Industrial con experiencia en identificación de amianto.